De primeras todas las visitas serán anónimas, es decir, solamente conoceremos su IP (algo así como 192.23.23.56). Pero lo que realmente nos interesa es ponerle nombre y apellidos a esas visitas para poder realizar un seguimiento específico por ejemplo para conocer si han visitado nuestra página de precios o conocer el ROI de una campaña de Facebook Ads.
Para pasar de un visitante anónimo a un contacto conocido, sólo existen 2 maneras:
Que el visitante cumplimente un formulario
Que el visitante haya llegado a nuestra web gracias a una campaña de email marketing que hayamos lanzado
En ambos casos lo que hacemos es instalar una cookie de seguimiento en el navegador del visitante para poder identificarlo en futuras visitas.